Fiebre de Sábado a mediodía

 

Y otra vez tuvimos la alegría de volver a vernos y encima sin faltantes... Indudablemente la pandemia casi que nos sentó bien, o al menos eso piensa Ángel (después vamos con el), la cosa es que kilos más y años más solo hacen más queribles a cada uno de los que vi el 25 en casa de Cacho (sisi... el que vive en Funes) que nos deleitó con sus antológicos chorizos a la pumarolla y luego un soberbio lechón asado todo regado con mis vinos preferidos, a modo de colofón, the best lemmon pie, de Titi y un postre borracho que nunca sé el nombre, muy rico al que hasta le podías embadurnar helado... Ahí deben estar los kilos de más que dijimos antes.😉

Día de gratas sorpresas entre reaparecido y resucitada estamos hechos... Sí, La Romano estaba viva!!! Era Zubiri el finado, su vecino... Ay Biche Biche.

Y... redoble, de pronto por el lado errado de la casa apareció... Bertoglio, porque para mi nunca fué Angel, ni Angelito ni nada, siempre fue Bertoglio, le compró un par de veces la casa a Cacho, de un abrazo compilamos 50 años y conocimos un Bertoglio algo diferente del recordado, plus, re, X2, premium, que se yo, algo así, sin dudas una gran incorporación al grupo, y se llevó los aplausos del sábado.

No tengo más para contar salvo como siempre cuando escribo estas crónicas, me embarga la nostalgia y a la vez me alegra saber de nuestro próximo encuentro.

No me olvido de nadie al menos a propósito, también fué la 1º reunión casera a la que vino el Zurdo y vaya para el tambien una válida mención.

Hasta pronto queridos amigos