Y era la música

Siempre me pensé ligado a diferentes temas musicales que han marcado hitos en mi existencia, pero hasta que tuve los años necesarios no descubrí de que género musical se trataba aquel que más profundo calaba mi ser.

Y un día sucedió... Quién iba a pensar que de una cuna rockera, de los 60' del "paz y amor", que hasta siendo capaz de dejar descolgar una lágrima escuchando un tema foráneo de los Stones casi sin saber el real significado de su letra, o hasta sentir el penar de una letra de Sabina o Serrat, un día supe con certeza que no es una letra la que marca más hondo el alma, sino la música, sin importar tanto que diga el cantor como el golpe en un parche y un ritmo quizas atávico, con el que se nace, que sin saberlo nos ata a la tierra donde vemos la luz, y que lentamente a través de los años se nos va haciendo carne sin darnos cuenta.

Un día sentimos que a través de esa música podemos hacer un recorrido casi total de lo vivido, que nos identifica con nuestra tierra, con los primeros llantos, los primeros bailes y en mi caso hasta con la mujer que me permitió trascender, con nuestros padres, familiares propios y por adopción, que nos pone a flor del pensamiento rostros del pasado y nos acerca a momentos que hoy transitamos solos, porque cada uno de nosotros es marcado a fuego y de diferente forma por la música.

Quienes nacimos en esta tierra que por diferentes causas tiende a mostrar más tristeza que alegría en la música, nos transformamos en perfectos continentes de la nostalgia, quienes han habitado siempre en grandes conglomerados se ven incentivados al escuchar canciones ciudadanas y si por algún motivo o situación uno está más cerca del interior, una chaya o una chacarera nos trasladan de inmediato a ese recorrido que mencioné antes. Y por un segundo, o una lágrima,  nos transforma en viajeros temporales y nos trae a la superficie nuestra vida.

"Cuando los sueños remontan

vuelos que el alma aprisiona

la sangre les pone alas

y al cielo vuelan como hojas,

porque soñando se puede

ponerle luz a la sombra."

 "Bebe" Ponti-Horacio Banegas