Hace unos días (03/05/2023), partió el caudillo cafetero del barrio, claro que lejos estuvo siempre de acaudillar a nadie y el sobrenombre surgió de una clase de historia del secundario, tiempo en que fuimos como las urracas parlanchinas, inseparables.
Despues la vida y sus avatares, nos separo fisicamente. Pero a pesar de eso, tuvimos oportunidades de reunirnos y será por siempre mi más querido amigo.
Cabezota como pocos, bolichero empedernido, de risa fácil y casi tímida, fiel esposo y sufriente comunista.
Ya no iremos a buscarte como hace años porque de este tren no nos caemos, ojalá este viaje te arrime a los grandes que admiraste.
Hasta pronto Omar, o Juan (Como muchos lo llamaban 😉 )

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