18 jun 2013

¿Quién inventó esa porquería de los celulares?


Hoy vivimos con mi familia cercana por cuarta vez la desazón, impotencia, tristeza y dolor que acarrea un asalto. Ver las lágrimas mezcladas con la bronca en el rostro de mi sobrina después de pasar por la amenaza de muerte con un arma por un celular a mediodía y a la vista de innumerables transeúntes, te deja esa amargura de estar viviendo en un lugar que lamentablemente va perdiendo ese sentimiento barrial, de que estás en tu casa grande, o que es una especie de casa tomada, con ocupas indeseados que te desprecian y obran a voluntad ante nuestra inacción.

La demora como pueblo que vamos teniendo sin cerrar filas ante este avasallamiento ya es propio de cobardes, es evidente que a quienes confiamos nuestra protección fueron superados hace mucho por el creciente número de delincuentes que amparados por leyes laxas sumado a la connivencia con estas mismas fuerzas casi nada pueden hacer sin una purga en sus filas más el compromiso de todos los vecinos.

No soy idiota y sé que siempre hubo chorros y asesinos, pungas, mecheras o lo que sea, pero es innegable que hoy se multiplicaron además de comenzar mucho más jovenes su raid delictivo y que podés encontralos casi a la vuelta de cada esquina y a toda hora.

¿Es posible vivir con este latente miedo sin actuar o encontrar un medio para mitigarlo?
¿Tanto influye la avidez de políticos que no podemos encontrar un punto común para terminar con esto?
Y no hablo de grandes cambios para evitar el crimen o la delincuencia, sino de que la gente pueda al menos caminar unas cuadras durante el día sin tener que ir como agazapados cuidándose de cualquier rostro desconocido.

Días atrás comentaba sobre el número de efectivos que tiene mi ciudad, Rosario, unos 5.000 y veía que el ejido urbano tiene 1.700 manzanas, sacando cuentas simples me dije...
¿Y si ponemos un cana en cada esquina?
Eso me daba que con turnos de 8hs harían falta 5.100 efectivos para cubrir la ciudad, y sin duda de esa forma al menos la sensación de seguridad del vecino sería otra y disminuiría substancialmente el tema de los arrebatos y entraderas, los canas conocerían a los vecinos y las caras extrañas no circularían tan impunemente, o no?
Ya sé que es simplificar al extremo la problemática, pero podría ser un punto de partida interesante.
 
La cosa es que todo tiene un límite y somos nosotros como sociedad quienes debemos ponerlo y no sirve la postura de mi vieja que solo dijo... ¿Quién habrá inventado esa porquería de los celulares?


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