¿Será quizás que se trastocó su función, o que los mismos padres ya no maduran como antes?
Hoy leía en un diario sobre la permisividad y hasta el aliento de muchos a que sus hijos e hijas mantengan sexo en sus habitaciones y cabe la pregunta de si se debe a que son "open mind" o incapaces de poner límites.
Personalmente tengo mi propia teoría y está apoyada en la falta de madurez de estos padres que mezclan la paternidad con la amistad, que muestra la incongruencia de ayudar a atar zapatillas a los 17 años a un hijo, sentarse a estudiar con su hijo de 18, o desde untarle la mantequita en unas tostadas a los 24 hasta creer y aconsejar no formar pareja a sus bebés de 30 y por otro lado aceptar y creerlos responsables para tener sexo a los 15 o hacer la vista gorda ante un hijo o hija borracho de 14.
Asumidos culpables de las fallas de sus hijos entendiéndolos casi como apéndices propios o incapaces mentales, orates ininputables no importa la edad que tengan, eternos lactantes dependientes sin vida propia.
Por otro lado, veo como a la vez deslindan las responsabilidades creyendo que un psicólogo puede arreglar las fallas sin notar que ellos mismos deberían analizarse y mucho antes que sus hijos.
Bien sabemos que una sociedad sin límites ciertos es una sociedad caótica y condenada a la extinción a manos del libertinaje y no es futurología sino solo una lectura del presente.
Me cansé... Otro día sigo, tengo que irme a ayudar a hacer los deberes (cálculo de raíz cuadrada) a mi nene de 34. Pobrecito, no entiende, debe ser porque esa guacha de la profesora no le explica bien porque la tiene contra él.
nunca te comente una nota, pero esta vez cuando la leí desde otra perspectiva, creo que es verdad los padres de hoy no sabemos cumplir el rol, el porque aún no le he encontrado una respuesta. Como madre me doy cuenta que me superan los problemas de mis hijos, y no se para donde disparar.Lamentablemente está es la sociedad que nosotros estamos alimentando, me incluyo y lo peor es que no le encontramos la vuelta. Solo basta decir NO ha muchas cosas. Este es el producto que la psicología del siglo XX nos dejo, nos envolvío y ahora nos consume.
ResponderEliminarGracias por el comentario, no en vano hasta se piensa en reescribir todos los manuales, textos etc. etc. de los cuales se han nutrido las últimas generaciones de padres y hasta sicólogos (notese lo actualizado que estoy que lo puse si p inicial) y pedagógos... :). Hace añares leí un libro zen sobre los hijos y cada vez más creo en la parábola que comparaba a padres e hijos con arcos y flechas. Quizás me explaye al respecto en otra oportunidad.
ResponderEliminarEn verdad creo acertada la duda planteada. En parte, creo, que el problema es que nos hemos convertido en mendigos de amor, Necesitamos que todos nos "quieran". Ser "amables" es un imperativo. Y por ser apreciados hacemos lo que sea, hasta daño a nuestros hijos. Sí, estoy convencida que la falta de límites es un daño, e irremediable. En la actualidad educar, formar ,acompañar, son tareas demasiado analizadas, cuando en realidad son casi naturales. Basta ver como los animales cuidan sus crías. A veces ante el peligro ponen freno con un gruñido o un mordisco. En este sentido voy a citar a mi mamá, que nunca me puso la mano encima y sin embargo me puso los límites en claro. "Prefiero que llores vos y no llorarte yo"
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