Hoy la cosa viene de latas, tarros, tarritos, tachos, tachitos...
Creo que día a día alguien en nuestra sociedad nos va achicando el tarrito del pis y producto de esto nos vamos a ir al tacho...
¿Acaso no es ya algo hartante leer sobre violencia escolar, los Juanes que se sienten Juanas o a la inversa, las mascotas con apellido o el que labura es un gil?
Bueno... Si estás harto, te aseguro que esto recién empieza.
Los "derechos" que día a día van apareciendo, lentamente van minando el orden establecido y en la mayoría de los casos en detrimento del bien común.
Los padres ya no saben que hacer con sus hijos y mucho menos sus educadores, solo es posible educar con la palabra cuando es histórico que "la letra con sangre entra", o que "somos hijos del rigor".
Hoy todos los derechos son para los niños, ya no hay obligaciones para ellos. Y como bien se sabe que estos son crueles, demandantes, egocéntricos, violentos, caprichosos y un largo etcétera, hemos convalidado el viejo "Yo no pedí nacer" y ahora... Agarráte Catalina.
Sumale a esto que tuviste un Juancito porque. -¡Macho! gritó la partera. Y resulta que hoy se llama Guillermina y en su partida de nacimiento, que no es la misma que te dieron en su momento dice que es mujer.
Claro que dentro de tanto desconcierto tenés el consuelo de que como tu gato se llama Sebastián y este si es macho, aunque lo castraste de chiquito (por el olor, viste) pero lo consideras un hijo, dentro de poco lo vas a poder llevar a cenar con la flia. al restó que quieras. Eso sí, si podés llegar porque en la esquina hay un piquete que pide le aumenten los subsidios mientras vos puteas porque no conseguís a nadie que quiera venir a podarte la higuera del fondo aún pagando bien el servicio.
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