Pasaron eones... 200 millones de años hasta hoy, y con esa parsimonia característica dejó la tierra el "Solitario Jorge", postrer representante de su especie. El hombre lo descubrió en 1972 y ya tenía más de 60 años, durante estos 40 años nunca acepto aparearse con hembras de especies similares y hoy deja un vacío, el fin de una especie.
El hombre nada pudo hacer para evitarlo... ¿O si?
¿Cuantos adioses daremos en este siglo?
Escribo esto con pesar y culpa, aunque esta sea infintesimal soy parte de esta especie asesina por antonomasia y que día a día perfecciona la devastación en aras de su inteligencia.
Cuál Othar impertérrito no dejamos nada a nuestro paso, y llegará el día que pagaremos caro este desprecio, la selección natural se encargará, si es que antes no lo hace el ser humano mismo.
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