Hay profesiones que están en esa delgada línea entre laburo y arte, esas en las que un artista además debe ser un profesional para controlar sus herramientas.
La que hoy me provoca escribir es de esas que son innatas, del tipo "donde pone el ojo pone la bala", que a pesar de querer aprenderse, te podés deslomar y a vos siempre te va a salir pa'l culo por más equipo que tengas.
Y si encima le agregas que sos un nabo editando y el Photoshop te desorienta o la vas de purista del revelado, te jode la piel el revelador o no ves un joraca en el cuarto oscuro, sabélo... La Fotografía es un Arte y no es lo tuyo.
¿De chiquito te quedaste prendado a ese bichito sobre una hoja, te deslumbraste por ese ocaso entre las ramas de un árbol o viste como en cámara lenta cuando tu amigo hacia una chilena y metía ese gol?
¿Te la pasabas dándole a la pausa en las movies de acción para ver las explosiones o hiciste alguna vez telescopio con la mano para ver por el agujerito? Bueno... esas eran las incipientes muestras de tu vocación.
Si después te convertiste en un rompebolas pidiendo en cada fiesta una cámara o le afanaste la de tu viejo un toco de veces hasta que podrido te la compró y ahí aprendiste la diferencia entre 100 y 400 asas, usaste el zoom hasta el cansancio mirando minas a la distancia y supiste que un ojo de pescado no era una comida china. Zas... casi sin darte cuenta te convertiste en fotógrafo.
Si estás leyendo esto hoy y sentís que lo escribí para vos, tenés razón... Te considero un artista y aquí van mis felicitaciones en tu día.
La que hoy me provoca escribir es de esas que son innatas, del tipo "donde pone el ojo pone la bala", que a pesar de querer aprenderse, te podés deslomar y a vos siempre te va a salir pa'l culo por más equipo que tengas.
Y si encima le agregas que sos un nabo editando y el Photoshop te desorienta o la vas de purista del revelado, te jode la piel el revelador o no ves un joraca en el cuarto oscuro, sabélo... La Fotografía es un Arte y no es lo tuyo.
¿De chiquito te quedaste prendado a ese bichito sobre una hoja, te deslumbraste por ese ocaso entre las ramas de un árbol o viste como en cámara lenta cuando tu amigo hacia una chilena y metía ese gol?
¿Te la pasabas dándole a la pausa en las movies de acción para ver las explosiones o hiciste alguna vez telescopio con la mano para ver por el agujerito? Bueno... esas eran las incipientes muestras de tu vocación.
Si después te convertiste en un rompebolas pidiendo en cada fiesta una cámara o le afanaste la de tu viejo un toco de veces hasta que podrido te la compró y ahí aprendiste la diferencia entre 100 y 400 asas, usaste el zoom hasta el cansancio mirando minas a la distancia y supiste que un ojo de pescado no era una comida china. Zas... casi sin darte cuenta te convertiste en fotógrafo.
Si estás leyendo esto hoy y sentís que lo escribí para vos, tenés razón... Te considero un artista y aquí van mis felicitaciones en tu día.
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