Hace bastante tiempo que no andaba por acá, por laburo y musas de veraneo :)
Ayer mirando fotos de un amigo artista me encontré con una en particular que provocó estas líneas.
Creo que hay pocas cosas tan nostágicas aún para un mediterráneo como contemplar el océano con el devenir de sus olas, y si le agregamos una solitaria joven y un "dolape" sentado, tenemos la perfecta expresión del transcurrir de la vida.
Ayer mirando fotos de un amigo artista me encontré con una en particular que provocó estas líneas.
Creo que hay pocas cosas tan nostágicas aún para un mediterráneo como contemplar el océano con el devenir de sus olas, y si le agregamos una solitaria joven y un "dolape" sentado, tenemos la perfecta expresión del transcurrir de la vida.
La mirada perdida en ese más allá distante e inalcanzable solo distraido por el paso de una bella mujer.
La impotencia ante esa distancia y ese puñado de arena que discurre entre sus dedos.
Lo imparable de esos pasos que inevitablemente alejan esa juventud y que también tienen un Norte quizás más tangible.
Y así impasible, sentado con su nostalgia, nos queda congelado en la retina.
Gracias Willy por la imagen.
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