Hace pocos días me entero que en el ámbito judicial en nuestro país ya el número de mujeres supera al de hombres, espacio hasta hace poco tiempo y si se quiere, uno de los últimos bastiones profesionales masculinos, hecho que seguramente va a incrementarse día a día.
En otras profesiones, paulatinamente ocurre lo mismo, política, salud, comunicación, educación etc., y solo permanecen incólumnes las actividades más bajas de la escala social o las manuales, en estas últimas, ocurre lo contrario y se incrementa la cantidad de hombres abocados a talleres de costura o cocina.
Este cambio me lleva a pensar que coincidentemente, la educación decayó, al igual que la salud, no se puede ver tv o leer diarios con todo el cholulismo y de la política mejor no hablo. Eso sí, la gama culinaria tiene nuevos horizontes y las mujeres pueden comprar ropa muy barata, porque destaco que la de los hombres sigue siendo mucho más cara.
Aparecieron, "La violencia de género", "La discriminación de género", "Los proyectos abortistas", "Las monjas curas" etc. etc.
Hasta veo que infinidad de hombres optan por el transformismo o el transexualismo. Ya ni los homosexuales quieren ser tales.
Quiero destacar que mis comentarios nada tienen que ver con machismo o nada que se le parezca, dado que desde siempre consideré a nuestra sociedad como feminista, la entendí como un matriarcado velado, mimetizado por las mismas mujeres a sabiendas.
Es más sencillo hacer que los hombres peleen sus guerras que ensuciarse sus vestidos o que se les corra el maquillaje. Dejemos que esto último suceda cuando vuelva para hacer que vaya nuevamente. "Viejo... Me dijeron que en Africa hay diamantes y en América oro.". Y allá corrió su hombre a buscarlos y conquistar esas tierras para ella.
Y sigue...
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