No es sencillo opinar desde fuera o juzgar sin conocer a fondo un caso, pero leer noticias como esta de una madre suplicando la muerte digna para una hija de 2 años debería conmover a toda la sociedad y hacer que seriamente se plantee en los foros correspondientes legislación acorde, y deje de existir ese vacío legal que juega en contra de decisiones propias, de familiares o allegados.
En una sociedad como la nuestra donde Don Dinero es quien manda, ante casos irreversibles estamos condenando al endeudamiento anticipado a familias o a quienes esten a cargo. Y eso sin contar las secuelas sicológicas (ahora se escribe sin p).
La impotencia ante el deseo del "bien morir" que tarde o temprano llega, sin duda debe generar una angustia inconsolable.
Creo que todos en mayor o menor medida deseamos una muerte en primer lugar sin dolor y si es posible sin que genere sufrimientos a quienes quedan. Pero en el momento que entramos a cualquier nosocomio esos deseos se van "al tacho" y quedamos en manos de los médicos que según dicen, tienen las manos atadas por su juramento hipocrático y por las leyes mismas.
Aclaro que entiendo a la eutanasia activa sin penalización tan válida como disponer de una ley de muerte digna.
Por sobre todo no comprendo a quienes profesan cualquier religión que estos sean los principales opositores a estas prácticas teniendo en cuenta la posibilidad cierta que ellos tienen de una vida despues de la muerte, e incluso mejor que esta.
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