De Sumeria a Roldán

Hoy terminé de confirmar algo que sospeché siempre, que inevitablemente la juventud o la vida se impone y mueren las cuarentenas.

Y la pandemia sigue su curso, al margen de cualquier protocolo, cuarentena o la mar en coche que quieran implementar. Parece increíble que desde Sumer hace más de 5.000 años hasta hoy todavía el ser humano no sepa que es imposible ir contra la naturaleza.

Esto va a terminar solo cuando aprendamos a convivir, como hicimos innumerables veces hasta hoy, cuando aceptemos que la vida no tiene fecha de caducidad pero a la vez no es la misma para todos, que somos animales sociales y lo último que queremos perder es socializar, no podemos perder las relaciones familiares ni cercanas por tiempo indeterminado o que cada semana nos cambien las pautas.

La rebeldía es propia de jóvenes pero cada restricción nueva va corriendo esa rebeldía hacia la entropía del basta, aún en el peor candidato para el Covid. Cuando todos preferimos libertad por sobre salud ya no hay nada que hacer y la naturaleza nuevamente se impone.